EN BUSCA DE SENTIDO
EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO
Viktor Frankl (1905-1997), neurólogo y psiquiatra austriaco es el padre de la logoterapia, una rama de la psicoterapia que mira al futuro del individuo y no tanto a su interior o pasado. Convencido de la omnipresencia del sufrimiento y las fuerzas del mal, Frankl adopta un punto de vista muy esperanzador sobre la capacidad humana para trascender sus dificultades y reconocer aquello que le ayuda y orienta para superarlas y huye del pesimismo y anti religiosidad de otro existencialista europeo.
«El hombre en busca de sentido» está inspirado y concebido gracias a su experiencia de preso en varios campos de concentración alemanes; en ellos fallecieron sus padres, hermanos y esposa, embarazada en ese momento. Su obra, con menos de 120 páginas, ya es un clásico de la literatura científica-- más de 10 millones de ejemplares en 24 idiomas-en general y de la psicología en particular, se estructura en dos partes: una autobiográfica relacionada con su paso por los campos de concentración nazis y una sencilla introducción a la logoterapia dirigida a sus lectores rofanos.
En los campos de la muerte--pisó Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración dependientes del de Dachau antes de ser liberado por las tropas norteamericanas--perdió todo lo que se le puede quitar a un prisionero, «salvo la última de las libertades humanas: el derecho a decidir la actitud que uno quiere asumir ante cualquier circunstancia, a obrar según nuestra forma de ver las cosas». El leit motiv de «El hombre en busca de sentido» gira en torno a que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre debe y puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual.
Estos pensamientos los tenían durante una larga caminata de kilómetros por hielo y a trompicones de camino mientras se dirigía a una zanja que un pelotón de prisioneros había comenzado el día anterior. La logoterapia es una escuela vienesa de psicología basada en la «voluntad del sentido» frente a las freudianas «voluntad del placer» y su psicoanálisis y la «voluntad del poder» de la psicología individual de Adler que, en palabras de Frankl, no supone ni una crítica ni un complemento a estas, sino solamente una alternativa. El Dr. Frankl, psiquiatra y escritor, suele preguntar a sus pacientes aquejados de múltiples padecimientos, más o menos importantes: « ¿Por qué no se suicida usted?» Y muchas veces, de las respuestas extrae una orientación para la psicoterapia a aplicar: a éste, lo que le ata a la vida son los hijos; al otro, un talento, una habilidad sin explotar; a un tercero, quizás, sólo unos cuantos recuerdos que merece la pena rescatar del olvido. Tejer esas tenúes hebras de vidas rotas en una urididumbre firme, coherente, significativa y responsable es el objeto con que se enfrenta la logoterapia, que es la versión original del Dr. Frankl del moderno «análisis existencial».